La tierra esta llena
de tugurios y antros,
donde conlleva
a malos desencantos.
Historias criminales
contienen incertidumbres,
que dañan a la memoria
con absurdas costumbres.
Sucesos inesperados
ocurren en la vida,
sucesos preparados
por la vil ira.
Trágicos desenlaces
ocurren en España,
por asesinos voraces
que ha adolescentes
e infantiles engañan.
Sonrisas delicadas
ríen de locura,
a fauces desesperadas
les chasquea la dentadura.
Mentes débiles,
delicadas como el cristalino
están aturdidas, por la vil
secuencia del destino.
Por la terrible imprudencia
estas flores desconcertadas,
parecen estar manejadas
con una total ignorancia.
Que les ciega la mirada
de la serpiente de Satán,
que ataca despiadada
al valeroso Sultán.
Desafiando a la estrella
de la dulce esperanza,
donde la vida es bella
y donde no existe,
la venganza.
Pero la estrella fugaz
se funde en el cielo,
en la negra noche voraz
donde frecuenta el miedo.
Donde su oscura luz
contiene temor,
y su oscura luz
oculta terror.
Esa noche silenciosa
que calla a la luz del día,
esa noche replandeciente
mientras la luna se mecía.
Noche de lobos
donde bailan las brujas,
noche lobera
allá en las tinieblas.
Noche oscura,
noche siniestra,
te ocultas en la moldura
de esa luz diestra.
Noche de historias
contada por ancianos,
recorren la memoria
con cantos lejanos.
Esa luz diestra
que a los ojos agotan,
como las lluvias que azotan
los campos y siembras.
Las víctimas gritaban
sacudidas por el sufrimiento,
que el cruel asustaba
con gritos y bruscos movimientos.
Con la muerte amenazan,
una mano alzan
y la otra matan,
y con sangre la vida riegan.
En lugares perdidos
los niños son engañados,
por familiares o desconocidos
son violados y apuñalados.
Rosas desangradas
perecen sin vida,
muertas, silenciosas
por la muerte furtiva.
En esa noche de pesadilla
donde ojos brillantes,
guardan secretos
que yacen palpitantes,
allí muertos.
Ese animal ceñudo
arrastra a su presa
salvajemente, con brutalidad
derramando la sangre fresca.
Una música agresiva
se oye, como el silbido
fresco,sin saliva,
donde los cuerpos están ceñidos.
Sufriendo, sensibles
con los ropajes desgarrados,
por fenómenos sumibles.
Marcan el pasado
con rojas marcas,
causadas por voraces garras;
hoy los cuerpos duermen enterrados.
Los cadáveres tras las cepedas
reposan solos, escondidos
bajo las negras estelas
y los corazones encogidos.
Con cortes en los brazos,
marcados por una mala centella
que rompe los lazos,
de la fugaz estrella.
Con los cabellos revoltosos,
los antebrazos partidos
y los pies aceitosos,
allí descansan perdidos.
Allí están tendidos
en el suelo sin respiración,
sin fuerza, sin sentidos,
muertos sin consideración.
Entre médanos
con los cuerpos marcados,
pisoteadas las manos
y los rostros hinchados.
Cuerpos descompuestos
con los pies desnudos,
yacen peripuestos
detrás de un muro.
Una ligera cantidad
de sangre en la arena,
se desvanece en la eternidad
de la brutal marea.
Con una rabia incrustada
se la lleva el viento,
las palabras de lamento
de las almas atormentadas.
Con la mano en el corazón
al cielo pido castigo,
por este sucio hecho
sin ningún testigo.
En esta selva de cemento
hay locos maestros,
que esconden
cuerpos siniestros,
ocultos sin aliento.
Donde enseñan y practican
misteriosos cultos,
con los muertos que desfilan
maltratados, ocultos.
Mentes patéticas
matan sin consideración,
sin inconveniente,
mentes asesinas
matan a inocentes.
Mentes entrovertidas,
mentes irascibles
son convertidas
en asesinos,
con comportamientos insensibles.
Son mentes de locura
que no sienten cariño,
como rabiosas armaduras
que atacan a un niño.
Son enfermos psíquicos
que en un lugar de su mente,
algunos son asesinos típicos
de muertes frecuentes.
Incestos , violaciones,...
Niños y adolescentes
sienten sus vidas perdidas,
tristes e impacientes.
Pobres almas mortales
que mueren por su inocencia,
con marcas corporales
son señalados por la indecencia.
Pobres almas inocentes
que sufren la maldad,
por salvajes indecentes
de esta sociedad;
que oprimen la libertad.
Pobres almas que sufren
a consecuencia
de relaciones incestuosas,
que les extirpan la inocencia
con una maldad cautelosa.
La vida es el hielo
de una niebla fría, oscura,
donde la vergüenza y el miedo,
crecen temblorosa e impuras.
Sean los niños malos o buenos,
sufren las tormenta
de rayos y truenos,
que gritan con esperanza
a esta vida tremenda.
Víctimas del asesinato
yacen en el anonimato;
¡Señor!, ¿como evitar y castigar
a la maldición maldita?.
¡Señor!,extiende la mano
con justicia al pecador,
que no respeta
a nuestros hermanos.
Con la venganza humana y celestial
hay que luchar,
contra la criminalidad,
reclamando la veracidad
por la ley, al criminal.
Los culpables están amarrados
por el cepo repentino,
donde serán castigados
por la verdad del destino.